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sábado, 12 de septiembre de 2009

Crear un cuadro con piedras

Primero que nada hay que buscar y elegir las piedras acorde a lo que la imaginación ha ido forjando.

Luego crear el espacio idóneo y reunir los elementos necesarios.


Es ir dándole forma al cuadro tal como si fuera un lienzo.






Y una vez creada la superficie, es cuando comienza el diálogo con las piedras, la unión entre lo que ellas dicen y representan con lo que encuentras tú en cada una.


Has llegado a una especie de simbiosis y lo que estaba suelto se ha transformado en una idea nueva. Un conjunto que dentro de lo previsible es hallazgo para ti mismo. Con sus picos, sus prominencias y colores. Relieves.


Luego, cubres los recovecos vacíos entre unas y otras para que se haga una…




Hasta que el fin… lo integras todo en ese lugar en donde lo intuías.


Y es entonces cuando piensas que la naturaleza se te ha regalado para ser parte de ella y ella de ti.